Cinco exámenes ordinarios en dos semanas, cuatro días de "descanso" y los extraordinarios (suponiendo que no tengas ninguna de otros años, que es mucho suponer), no era la idea. Examinarse de toda la materia del cuatrimestre de tres asignaturas y mas de la mitad de las más gordas (suponiendo que hayas aprobado los parciales, que también es mucho suponer) y tener que aprobarlo todo en un mes si no quieres quedarte sin prácticas tuteladas, no era la idea.
Si alguien dijo que Bolonia era trabajo diario, estaba en lo cierto: presentaciones , entregas, seminarios, prácticas, clases en las que se llega a pasar lista hasta tres veces. El 80% de ello es inútil. Pero a eso hay que añadirle la panzada de estudiar lo que el trabajo diario no te permitió durante el curso, sin acabar las clases, claro.
Tal vez tenga sentido en carreras más prácticas, si los parciales se hicieran cada poco y con poca materia o si hubiera tiempo material. Pero no lo hay. A mí que me expliquen como quieren que lo hagamos.
Fuente: Tribuna Universitaria Salamanca nº572
