Náufragos

Pocas veces en mi vida había leído el periódico y eso que lo veía en mi casa casi a diario. Pues ha sido llegar aquí y tenerlo que coger todas las semanas. Me refiero al de mi facultad, por algo se empieza.

Paso un poco de los temas de política de los que llevan tratando desde que llegué y con esto me refiero a la campaña electoral para elegir a un rector de la Universidad de Salamanca.
Me voy a las curiosidades, las encuestas a estudiantes, o las experiencias de muchos de ellos tras disfrutar una beca Erasmus. Pero sin duda, la sección que mas me gusta es la de náufragos.

Dice uno de ellos:
Para el chico más guapo y con los ojos más bonitos del mundo.
Simplemente cuando estoy contigo:
Siento que me hundo en la pupila de tus ojos verdes.
Siento que tú me rescatas porque eres mi abrigo.
Siento que me guías hacia tu corazón, que ardes en donde te encuentre...
En fin, este náufrago ha sido simplemente una excusa para decirte que te amo.

Vamos con otro:
Porque han sido muchos momentos compartidos.
Porque antes compartíamos aula y ahora compartimos salón.
Por los lloros y las risas que hemos compartido (y los que nos quedan).
Porque si este va a ser el último curso together, quiero que tengas este náufrago de recuerdo forever.


Otro más:
Para mi pichón moreno de los ricitos electrónicos:
Desde que te vi mi vida es cocacola. Te llevo observando desde esas largas tardes en Anaya, hasta el final de la noche en todos los bares que frecuentas. Algún día me atreveré a enfrentarme a ti.

Y otro:
Nada se compara a ti desde que te conocí. Te quiero a morir. No hay excusas para mí. Yo ya no puedo mentir. Todo me gustó de ti. Por tu sonrisa y tu belleza siento una adicción. Tu mirada sin clemencia me traspasa, me atraviesa y desordena mi cabeza.

El último:
Tú y yo estuvimos allí, y los dos sabemos que nuestras miradas intentaron hablarse. Me gustaría que supieras que eres tú sin ninguna pista, pero por si acaso, yo era la que te miraba desde el fondo, en la esquina de la maquina de tabaco.