domingo, 27 de diciembre de 2009

18

Bueno, al fin alcancé la mayoría de edad. Pues vaya. Que tampoco lo veo para tanto. Solo que aumentan tus responsabilidades. Aunque también tiene sus cosas buenas, supongo. Todo llegará.

No contaré nada especial del cumpleaños, no fue nada del otro mundo. Como cada año, mi madre reúne a la familia, qué mujer, lo que le gusta meterse en esos berenjenales. Sí me gusto mucho que estuvieran mis tíos, los de Ibiza. Hacía dos años que no los veía. Y se agradece que aparezcan de vez en cuando.

Un día bastante agradable, sí. Aunque llega un momento en el que estás cansada. Después de todo el día, normal. Pero estuvo muy bien, mereció la pena no estudiar ayer.

A veces pienso que estaba más “cómoda” en la residencia. Nadie te dice lo que tienes que hacer ni cuando tienes que hacerlo. Aquí fue llegar y mandarme a hacer cosas. Déjame, que vengo de vacaciones, bueno, de vacaciones a estudiar. Qué castaña. Creo que esta visita me durará para aguantar tranquilamente sin ver a la familia otros cuatro meses. A mis padres les diré que me vayan a ver una vez al mes. Está bien así. Sí, yo creo que sí. Es que una vez que saboreas la libertad… o al menos una parte de ella, complicado retroceder.

2 comentarios:

  1. Muchas felicidades de nuevo. En realidad, yo noté mucho el cambio de 17 a 18 pero fue porque nada más cumplirlos empezó una nueva etapa en mi vida: aumentaron mucho mis responsabilidades (como en todos), pero además, tome la decisión de vivir lejos de casa.
    Y no solo por la comodidad de vivir en la residencia, que como bien dices, es bastante más cómodo.... sino por la madurez que aporta convivir con uno mismo y tomar las decisiones que uno cree conveniente sin que otra persona pueda mandarte. =)
    Nos vemos pronto guapetona, y eso de salir un día por Salamanca está echo ;).

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  2. aixx, me encanta que la gente comente, muchas gracias, y estoy deseando salir por Salamanca contigo!!!

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